Novak Djokovic
Dentro de unos años, cuando se mire hacia atrás y se reconstruya el renacer asombroso de Novak Djokovic, se hablará de una ciudad que ocupa ya un espacio propio en el retorno del serbio, que hace cinco meses vencía en el verde de Wimbledon y levantaba definitivamente la cabeza, y estos días sigue disfrutando a orillas del Támesis y luciendo bíceps sobre el tapete del O2.
Este año, no hay sitio que le haya visto ganar más a Nole que Londres, donde suma 12 victorias en 13 partidos –la final de Queen’s contra Marin Cilic, la única concesión– y este miércoles resolvió su segundo partido de la Copa de Maestros (6-4 y 6-1 a Alexander Zverev, en 1h 16m) para acariciar felizmente las semifinales, a falta del último pulso en la fase de grupos.
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